Cecilia, como pidió que se le identificara, sabe que no es su culpa, pero se siente avergonzada. Cuando ella no accedió, le bajó la nota; al reclamarle, el maestro le contestó: “Esperaba que me buscaras y que habláramos sobre eso”. El catedrático de la UNAM anunció que los exámenes se harían en su casa, en una fiesta. Ese día el profesor le dijo: “Hoy, precisamente, te ves muy guapa”; ella le puso un alto y se fue. Semanas después, lo que le decía en privado apareció escrito en las paredes de los baños de la facultad.
Source: El Universal November 06, 2017 10:15 UTC