En la semana se hizo visible la que será probablemente la batalla estratégica de los años que vienen: la batalla por la forma del federalismo mexicano. El plan centralizador del próximo gobierno es algo más que un poco o un mucho jalar las riendas. Es un rediseño que, de cumplirse a la letra, cambiará la República federal vigente en una centralista. Más precisamente: el país pasará de tener una arquitectura institucional de diseño y espíritu federalista a una de instituciones y espíritu centralista. Está en juego la redefinición del imperfecto y maltrecho, pero histórico y vigente federalismo mexicano.
Source: Milenio November 26, 2018 07:30 UTC