La ética, tanto como la bioética, han cuestionado las costumbres impuestas por siglos con la finalidad de encontrar formas de vivir más sanas y adecuadas para el ser humano. Darse cuenta de la propia desnudez y sentir vergüenza por ella, es una idea que aparece en la Biblia. No mostrar el cuerpo es evitar algo que puede causar deseos naturales en otros, y nosotros, los seres humanos, erigimos respeto entre nosotros. Esa sí es “la” nota del humano: la capacidad de posponer o anular un deseo por respeto al otro. Y si eso es lo que nos distingue de los animales, un violador estaría rompiendo el contrato social que le une a su comunidad.
Source: Milenio November 26, 2018 07:18 UTC