Los encapuchados atacaron las instalaciones, mataron a tres policías, hirieron a otro, secuestraron a un juez cívico al que dejaron libre después de torturarlo, y pusieron en circulación imágenes del interrogatorio a los policías. 64 policías perdieron la vida en el estado entre el 2 de enero y el 13 de diciembre de 2019. En esos meses, Guanajuato se convirtió en el estado más peligroso para los policías. Entre los ciudadanos y los grupos criminales solo quedó el débil colchón formado por la policía estatal y la policía municipal, el célebre “eslabón más frágil” de la cadena de seguridad. Guanajuato es el infierno de los policías y es, por tanto, el infierno de los ciudadanos.
Source: El Universal December 17, 2019 09:22 UTC