Las endorfinas me volvieron loco y decidí hacer la compra en Costco. Nada más faltaba, yo con las endorfinas en lo alto y un hombre cargándome la compra, jamás. Ah, un triunfo de la vida cotidiana, una victoria de las endorfinas. Esto se escribe fácil, pero solo con endorfinas puede acometerse esa misión sin temor y desdicha. Pinches endorfinas.
Source: Milenio February 27, 2019 07:30 UTC