Al estudiar el caso, el organismo público encontró elementos suficientes que evidencian violaciones a los derechos humanos, a la protección de la salud, a la vida, a la libertad y autonomía reproductiva, por violencia obstétrica, a la información en materia de salud y a la verdad, atribuibles a personal médico y de enfermería de ese hospital. Entre las 12:50 y las 14:00 horas fue revisada por un médico residente, quien le señaló que debería esperar a que progresara la dilatación del cuello del útero para tener un parto normal. La paciente fue valorada nuevamente a las 6:30 horas del día siguiente, cuando el médico residente solicitó urgentemente que la paciente fuera ingresada a quirófano para resolución del embarazo por cesárea. Al concluir la intervención, personal médico indicó a la mujer que su hijo se encontraba bien y que después lo vería. Sin embargo, a las 14:00 horas ella y su esposo recibieron la noticia de que el recién nacido había fallecido por complicación en su salud.
Source: La Jornada December 29, 2017 20:48 UTC