Es ese pensamiento mágico (covid) religioso que parece haberse apoderado de nuestra clase política e incluso de nuestra clase empresarial, esperando que la libertad de empresa o la libertad política puedan sustituir la realidad epidemiológica de un virus que se comporta siguiendo su propia naturaleza, una que no responde a rezos ni a súplicas desde la desgracia. Una naturaleza que enferma y mata sin distingos de clase, raza u opción política y religiosa. Si no damos pasos firmes en este sentido, estaremos condenados a crear mundos imaginarios que no aterrizan en acciones concretas que cambien nuestras vidas. Estaremos condenados a líderes políticos y empresariales que persiguen dogmas en vez de constataciones científicas sobre la realidad. Cuando el pensamiento mágico (covid) religioso se apodera de nuestras mentes, dejando de lado la razón, sin duda estamos condenando a las nuevas generaciones a un futuro sin sentido, uno que nos seguirá condenando a estar entre los últimos de la fila.
Source: Expreso January 12, 2021 05:37 UTC