Se parte de la premisa de que cuando las personas acceden a una educación de calidad, pueden escapar del ciclo de la pobreza. Esos 27 mil alumnos tienen un rostro, un nombre, una historia, una meta y el derecho a estudiar su bachillerato. “Todos los niños, niñas y jóvenes del mundo, con sus fortalezas y debilidades individuales, con sus esperanzas y expectativas, tienen el derecho a la educación. No son los sistemas educativos los que tienen derecho a cierto tipo de niños o niñas…”, Unesco. La educación es un derecho constitucional, no un privilegio.
Source: Excélsior October 27, 2019 06:45 UTC