Sin embargo, esta estrategia también tiene sus contras y es que el Presidente no se puede equivocar porque sus errores son magnificados y después de él, a nadie se le puede enmendar la plana. Ya había quedado claro que él no estaba enterado del operativo para capturar a Ovidio Guzmán, ni si tenía orden de extradición. Sin embargo, 6 días después dijo en su conferencia que no tenía información sobre si el otro hijo de El Chapo, Iván Archivaldo, había sido también detenido y liberado. Que en las últimas marchas que han acabado de forma violenta en la Ciudad de México los dejan hacer lo que quieren. La falta de congruencia, tener doble racero es lo que sí calienta, parafraseando al Presidente, porque es ahí donde la credibilidad empieza a tambalear.
Source: Excélsior October 27, 2019 06:33 UTC