Comida rápida: De igual forma que los alimentos fritos, éstas contienen grasas de origen artificial. Abusar de este tipo de grasas aumenta los niveles de colesterol malo, los triglicéridos en la sangre y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Bebidas energéticas: Esta clase de productos elevan la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, lo que puede provocar un colapso en el sistema y, como consecuencia, un paro cardíaco. Además, se ha demostrado que los refrescos light frenan la pérdida de peso de las personas que están a dieta. Fernanda Alvarado es especialista en nutrición y educadora en diabetes, escribe la sección “Zona Saludable” en el suplemento impreso de Menú de El Universal.
Source: El Universal November 28, 2017 01:30 UTC