Una es el bordo del canal Taxtes, hacia el sur de la ciudad, y la otra el bulevar Alameda. Así, con la experiencia acumulada en decenas de búsqueda, las “Rastreadoras” se distribuyeron en el predio. Se calman, rezan, y se refieren a él con palabras piadosas. Le dicen que ya no estará solo, que pronto descansará con los suyos, de los que nunca, nadie, ni policía ni matón, debió alejarlo nunca. Escarban, y otro cuerpo aflora; se emocionan, limpian; más tierra removida, escarban, y el cuarto cuerpo sale a la luz; siguen, encuentran más tierra removida y el quinto cuerpo; continúan y encuentran el sexto cadáver; siguen, y de repente todo se calma.
Source: Ríodoce November 28, 2017 01:07 UTC