Es el de José Eduardo Ravelo, de 23 años, detenido por cuatro policías municipales el 21 de julio y que murió el 3 de agosto como resultado de golpes en el abdomen. Aún así, el fiscal León los acusó de tortura, apoyándose en fragmentos de videos que entregó a los medios. Ravelo se fue de los separos casi 24 horas después en shorts, con su pantalón en la mano. Ravelo aseguró que lo llevaron a una celda donde lo siguieron golpeando, lo que tampoco coincide con el video en los separos. Respaldar ciegamente a su fiscal cuando los videos y documentos lo desmienten, convierte al gobernador en un cómplice inopinado de las trapacerías de su fiscal, que en medio de la tolvanera que levantaron sigue sin saberse la verdad de quién mató al joven Ravelo.
Source: EL Informador August 25, 2021 23:03 UTC