La elección de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil abre un nuevo horizonte estratégico en el continente americano, y sin duda alguna encierra retos fundamentales -incluso existenciales- para la política exterior mexicana. “Antiglobalistas”, los dos creen en una política exterior que privilegia el interés nacional por encima de la cooperación y concertación internacionales. Y esos vasos comunicantes alimentan la simbiosis en temas que van más allá de la política exterior. Para un país como México cuyo próximo gobierno asumió desde la campaña la posición default de que “la mejor política exterior es la política interna”, los retos serán mayúsculos. Bolsonaro ha optado por alinear a Brasil al movimiento global de la derecha demagógica liderado por Trump.
Source: El Universal November 28, 2018 11:19 UTC