Degollada, quemada y enterrada dentro de un cilindro con ácido muriático, cal y cemento. Así fue hallado el cadáver de Marisol Estela Alva hace un año, un 4 de diciembre del 2018. Un año después, el feminicida sigue prófugo y ni siquiera cuenta con una orden de captura. Cuando vuelva a contar con orden de captura, su reingreso a la lista de Los más buscados solo será una cuestión de trámite. Su muerte y la impunidad tras el crimen, es el retrato de la violencia machista que persigue a la vida de las mujeres.
Source: La Republica December 05, 2019 04:07 UTC