Aún así, refiere, se hacían fiestas con prostitutas, ministerios públicos, agentes de la AFI y marinos, que se prolongaban durante la madrugada. El testigo con clave Natalia, una guatemalteca que trabajó para Los Zetas, regresó a la prostitución. Hugo, del Cártel del Golfo, tenía casi 11 años en el programa y está recluido en un penal federal en Gómez Palacio, Durango. Y añade: “Había quienes sí tomábamos en serio ser testigos y había otros que les valía gorro. Hay como unos 20 vivos y 15 testigos muertos, además de que hubo gente que estuvo en el programa, se escapó de las casas y por allá los mataron”.
Source: El Universal July 22, 2019 09:22 UTC