Puede afirmarse que Erdogan ha ejercido un populismo con fuerte carácter islámico desde hace años, mucho antes de que la oleada populista que actualmente presenciamos inundara al mundo. Otras tres ciudades, Adana, Antalya y Mersin, que se encuentran entre las diez más grandes del país, también le fueron arrebatadas al AKP, con lo que el saldo final ha sido especialmente amargo para Erdogan. ¿Qué fue lo que consiguió alterar este dominio tan absoluto de Erdogan? Como a menudo sucede tras una derrota electoral, en el seno del AKP, apareció de inmediato el divisionismo interno y la búsqueda de culpables del fracaso. Un legislador de esa bancada se refirió a la existencia de “traidores” dentro del partido, “…quienes actuaron como si estuvieran con nosotros, mientras que nos estaban apuñalando por la espalda”.
Source: Excélsior April 06, 2019 11:15 UTC