Santa pudo serInquisiciones hubo en todas las épocas. El sambenito podía doler en la honra tanto como el azote, pero vayamos al caso de una mujer que pudo tener su estatua en los altares… quizás un día será. Ángela Carranza, la iluminada o la ilusa beata o la beata agustina, como la llamaba Ricardo Palma en los Anales de la Inquisición de Lima. Ángela decía (como otras santas que la pasaron algo mejor) que recibía la palabra de Dios y a ella obedecía. Santa Teresa no pasó por aquella pasión injusta y muchas de las mujeres canonizadas, interlocutoras de Dios a confesión propia, habitan los templos con su inacabable y justificada luz.
Source: Expreso June 11, 2019 06:56 UTC