Indulto es insulto , claman en estos días miles y miles de peruanos en muchas ciudades a lo largo del país. La cuestión del indulto no es una novedad en absoluto, sino surge luego de su condena definitiva en 2010 gracias a la intervención de su hijo Kenji, el congresista más votado de Perú, quien siempre ha puesto la liberación del padre como su único programa. La arrogancia de la bancada de Fuerza Popular, el partido liderado por Keiko Fujimori, fuerte de su mayoría absoluta (73 de 130 diputados), rechaza esta posibilidad con el argumento de que el ex dictador tiene que salir por la puerta grande . En efecto, cuando el pasado jueves 21 de diciembre Kuczynski tuvo que comparecer frente al Congreso por un pedido de vacancia presidencial, la suerte del anciano mandatario parecía echada. En Perú la corrupción no empezó con la dictadura de Alberto Fujimori (1992-2000), pero es cierto que permeó irreversiblemente la sociedad, gracias al hecho de que el autócrata japonés y su siniestro consejero, Vladimiro Montesinos, se dedicaban a comprar consciencias e incondicionalidades.
Source: La Jornada December 30, 2017 15:00 UTC