En mi mente andaba en un convertible, por una pequeña carretera de montaña, con un hermoso paisaje a mi lado. Manejar un coche es una de esas cosas que repetimos de forma cotidiana y que se transforman en movimientos automáticos. La línea de referencia que divide el asfalto está a nuestra derecha y cuesta trabajo adaptarse a esto. Más trabajo cuesta entrar a una curva cerrada a la izquierda sin pegarnos a ese lado, como hacemos de manera habitual al manejar en nuestro país. Entonces me di cuenta de lo afortunado que soy y de lo mucho que amo a mi trabajo.
Source: EL Informador October 26, 2019 12:00 UTC