Hace unos días, dos anuncios han colocado a Sudamérica, y en particular al Perú, en el centro del tablero geopolítico. Por el otro, el presidente Donald Trump anunció la intención de designar al Perú como aliado principal de Estados Unidos fuera de la OTAN, reforzando la cooperación en defensa y seguridad. Ambas iniciativas responden a una realidad innegable: el eje del poder global se disputa hoy entre China y Estados Unidos, y América del Sur ha dejado de ser periférica en esa competencia. Hoy reaparece con un enfoque marcado por la defensa, el control de amenazas transnacionales y la contención estratégica de China. El Perú no debe inclinarse por China o por Estados Unidos.
Source: Peru21 December 24, 2025 12:02 UTC