El triste paso de los pescaditos por el Congreso ha sido sellado con esta traición farisea. Y es que es inconcebible que una todopoderosa presidenta de la Suprema se traslade a los dominios de una supernumeraria llamada Soledad Blácido. Recordemos que Duberlí Rodríguez la apoyó con su voto, pero apenas ella trepó al podio, le cortó la cabeza al piurano. DESEO INDECOROSOLos atrapados por el virus de la sensualidad del poder –como Elvia Barrios- creen que esos paréntesis de sus vidas son eternos. Si los saboteadores siguen con esa conducta, la suerte de la titular del Congreso, la comunista Mirtha Vásquez, puede estar en entredicho.
Source: Expreso July 08, 2021 05:26 UTC