En octubre de 2012, el poblano Orlando Orea Gutiérrez mató en Nueva York a un entrenador de futbol juvenil. Orea Gutiérrez le había rebanado la oreja con una navaja, y le había clavado la hoja varias veces en la cabeza, el cuello, las piernas y el torso. Orea alcanzó a abordar un avión antes de ser identificado, y regresó a México. El rastro de Orea Gutiérrez fue seguido a lo largo de bardas y azoteas contiguas. Solo que ambos acabaron forcejeando, y que el agente Suárez perdió la batalla.

Source: El Universal October 03, 2018 07:44 UTC