Por más que le he pedido encarecidamente que deje de beber cerveza, no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Su médico le ha dicho que si sigue así, es probable que sufra de una enfermedad grave a futuro. A veces puede tomar hasta siete latas al día; creo que serían más si es que yo no lo paro. No voy a cambiar, ni tampoco voy a dejar mi chela. Si bien es cierto que él y yo nos conocimos en una cantina, cuando teníamos 22 años, ahora tenemos hijos, trabajo y muchas responsabilidades que cumplir.
Source: Ojo January 24, 2021 15:22 UTC