En su Segundo Informe de Gobierno presumía la aprobación de su ambiciosa agenda reformista. Inevitable e injustamente, la agenda reformista se confundiría con corrupción gubernamental. Muchas gracias, presidente Peña. Lástima que no haya entendido que la corrupción es incompatible para el éxito de una agenda reformista. Disfrute usted sus casas que acabarán siendo unas de las más caras de la historia.
Source: El Mañana November 26, 2018 05:37 UTC