Peor aún, se le hace a la actividad privada la vida a cuadritos, con trámites casi eternos, con requisitos absurdos y con exigencias desmedidas. Inentendibles los temores de amplios sectores empresariales que se abstienen de defender el lucro, casi parecería que lo sienten pecaminoso, cuando es motor del desarrollo, siempre que sus beneficios alcancen también a la fuerza laboral y al Estado y, en cuanto a este último, a través de tributación justa y adecuada. Los que creen en la libre iniciativa privada y la igualdad de oportunidades tienen la obligación de defenderlas y no esperar que únicamente lo hagan terceros. Han dejado espacios vacíos y cuando ello sucede se llenan con cualquiera, como somos testigos acontece en la política, salvo honrosas excepciones. Mire bien el empresariado donde coloca su publicidad, no vaya a ser que esté colaborando en solventar la fabricación de la soga con la que será ahorcado.
Source: Expreso April 16, 2021 07:18 UTC