El presidente Martín Vizcarra quiso hacer control de daño al ‘renunciar’ a Francisco Petrozzi del ministerio de cultura, luego de que en los últimos días este pareciera un pollo sin cabeza con explicaciones inconsistentes sobre el despido de Hugo Coya de TV Perú. No está en duda que un presidente puede decidir, cuando quiera, el relevo de alguien que ejerce un puesto de confianza como la jefatura de TV Perú, pues nadie es indispensable. Pero la manera como lo hizo el gobierno, en un contexto electoral, sin congreso, y especialmente por el modo como manejó el proceso el exministro Petrozzi, con una resolución suprema que lleva la firma del presidente Vizcarra, proyecta a un gobierno torpe y bien chambón. Alguien mintió acá, y la demora en despedir a Petrozzi hace pensar que él no actuaba por cuenta propia, pero más más allá de su despido, así como el de Coya, acá hay dos temas de fondo a los que no se debe perder de vista. Al menos, los despidos de Coya de TV Perú por defender la pluralidad informativa en un medio del estado, y de Petrozzi del ministerio de cultura por querer perjudicarla, han servido para poner el tema en la agenda nacional.
Source: La Republica December 05, 2019 10:30 UTC