Ya lo han logrado en el Ecuador, Bolivia, Argentina y totalmente en Chile, a través de los llamados “colectivos” que se movilizan al son que le tocan desde los medios, respecto de hechos que el gobierno de turno convierte en foco de rechazo popular. No son reacciones espontáneas. Están perfectamente organizadas y coordinadas. A nadie hasta hoy le ha importado que, en las marchas de protesta, los grupos radicales con elementos vinculados a grupos terroristas y la ultra en general, tengan el portaestandarte de la movilización. Gracias a Dios, en el Perú todavía hay contramarchas que están frenando un desenlace violento.
Source: Expreso December 05, 2019 07:52 UTC