No podemos confiar en Estados Unidos. Esto del ganar-ganar no está en el ideario del presidente norteamericano. A partir de esta diferencia de visiones del negociador y de su jefe, el presidente, se revirtió la inercia que traía el proceso de ratificación del TMEC. La sorpresa vino porque precisamente no se puede confiar en Estados Unidos. En lugar de esperar a que avanzara el proceso en EUA, como lo ha estado haciendo Canadá, y mientras tanto seguir funcionando bajo las reglas del TLCAN original, México quiso jugarle al gigante por las prisas del presidente López Obrador.
Source: El Universal December 18, 2019 11:18 UTC