Las mejores hallacas del mundo no eran las de casa. De manera tal que los vástagos de esa casa desangelada en el oficio de acorralar con éxito el plato nacional decembrino, tuvimos que desempeñarnos con cierto decoro a la hora de obviar el porqué nunca invitábamos a comer las mejores hallacas del mundo en nuestro domicilio, cuando todo el país lo hacía. Tenía sus ventajas, a la hora de ser convidados a hogares de amigos y de condiscípulos, podíamos decir sin que nos temblara el paladar ni la consciencia filial: ¡Señora, sus hallacas son las mejores de este mundo! En Chile dictatorial se reunían en La mansión de la novia -un comedero- para fraguar el retorno a la democracia. ¡Feliz Navidad, Año Nuevo, día de Reyes y sea lo que sea que tenga a bien celebrar!
Source: El Universal December 26, 2025 12:07 UTC