Vizcarra se ha mimetizado con su bandera: acabar con la corrupción en el Perú. Hay varios campos de batalla simultáneos para Vizcarra en esta materia. La rebelión de Salaverry, Presidente del Congreso, contra la ley que crea un tipo penal atenuado para el lavado de activos dentro de los partidos políticos puede tener consecuencias muy positivas para Vizcarra. En otros casos puede ser que tengamos buenas noticias y, vista la colaboración integral de Odebrecht, las confesiones se acumulen. Pero tanto García como Fujimori seguirán acusando a Vizcarra de persecución política y harán todo lo posible por mantener a “sus” fiscales y jueces en sus puestos.

Source: La Republica December 09, 2018 11:48 UTC