Sin perturbar lo que acontece, podemos acercarnos —gracias a la investigación de Amira Dávalos— a la maravilla del aprendizaje, al oficio de un docente que aprende, cada día, de su trabajo y se arriesga dejar la posición del que todo sabe para que el conocimiento surja. Son muchachos de cuarto año, y la dinámica que ha propiciado el maestro es “la escritura autónoma y colectiva de carteles publicitarios para la venta de productos en la comunidad. “Esta segunda versión, comenta la investigadora, no solo integró las reflexiones ortográficas, sino también las reflexiones sobre la distribución gráfica del texto y el uso de puntuación. Este docente ayuda mostrar la importancia de la interacción entre pares (se privilegia la interacción maestro-alumno) acerca de lo que se lee y escribe para favorecer la conceptualización de los procesos involucrados en el quehacer del lector y escritor. Nada más falso: la que no es idónea es la evaluación, y la concepción de la docencia que subyace a los reformadores que ignoran tanto, aunque creen saberlo todo.
Source: El Universal December 30, 2017 08:15 UTC