José Narro, prestigiado priista, respetado personaje público, ha renunciado en una sola decisión a contender por la presidencia de su partido y al partido mismo. Se trata de una renuncia poco priista en realidad, sin pelos en la lengua, una renuncia que expone con nitidez sus razones y que es a la vez un análisis, una crítica y una explicación de lo que sucede en el PRI. Narro denuncia la simulación de unas elecciones partidarias que han sido pactadas por los gobernadores priistas con el nuevo gobierno y se niega a ser parte de la comedia. Hay en todo esto mucho priismo antiguo, priismo de alianzas cupulares y presupuestales, de incomodidad como partido de oposición y de confort como partido del gobierno, aunque sea como partido satélite. Lo que ha dicho Narro, por lo pronto, tiene un sabor de verdad respecto de lo que la sociedad puede esperar del PRI y el PRI de la sociedad: poco o nada, y hasta menos que eso.
Source: Milenio June 20, 2019 05:48 UTC