El inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum quedó marcado por la incapacidad de frenar los caprichos de su antecesor. Este legado ha dinamitado al Poder Judicial de la Federación y ha socavado la posibilidad de construir un gobierno republicano y democrático. La agenda del Gobierno parece estar enfocada en desaparecer instituciones incómodas al poder y no en construir y mejorar el aparato público. La encrucijada llegó más pronto de lo planeado: decidir si el próximo sexenio se enfocará en destruir o en construir. Los efectos de la reforma al Poder Judicial apenas comenzarán.
Source: Diario de Yucatán October 15, 2024 16:46 UTC