No son sueños imposibles de realizar sino tareas del Estado que, por lo demás, podrían determinar su viabilidad para los próximos años. Alguien podría reclamar que en esa lista no está la construcción de la paz o la consolidación de la democracia. Por eso es necesario promover sin reservas algunos acuerdos fundamentales de largo aliento, capaces de darle vida al Estado. A nadie le hará daño hablar de las prioridades fundamentales de México ni tampoco plantear francamente las diferencias que haya sobre cada una de ellas. Nos queda el 2020 para conjurar los demonios que nos acechan.
Source: El Universal January 06, 2020 09:33 UTC