El huracán Otis impactó ayer en la Costa Grande de Guerrero con una fuerza que no se había experimentado en la región durante este siglo. Las averías en la red eléctrica y las antenas de telecomunicaciones, así como los derrumbes carreteros, dejaron incomunicada a una vasta porción del territorio guerrerense, si bien desde muy temprano la Comisión Federal de Electricidad (CFE) comenzó los trabajos para devolver la electricidad a comercios, hogares y oficinas. Con toda seguridad, este despliegue preventivo fue clave para evitar la repetición de una tragedia como la ocurrida en 1997, cuando el huracán Paulina provocó más de 300 muertes. Sin embargo, la magnitud y la complejidad del desafío requieren la implicación del conjunto de la sociedad para ayudar al pueblo guerrerense en este trance devastador. Cabe confiar en que, como ha ocurrido tantas veces, la adversidad saque a relucir el carácter solidario de la población mexicana.

Source: La Jornada October 27, 2023 02:25 UTC