La respuesta de López Obrador ha sido desarticulada. El Presidente se movió en su contradicción, la genuflexión ante Trump y su carácter pendenciero trasladado al establishment estadounidense. Si piensa, acostumbrado al pleito en México, que el tono que escucha desde Washington es normal, no lo es. Para que los decibeles estén en el nivel actual, es que López Obrador trae un problema de fondo con diversos sectores del establishment estadounidense, un concepto de suma de intereses que no tampoco alcanza a entender. Las señales están presentes, y está en él si las ve, si las ignora, o cómo las procesa.
Source: EL Informador November 02, 2020 07:52 UTC