Andrés Manuel López Obrador dijo ayer: “No hemos declarado la guerra a nadie, solo a la corrupción y a la impunidad”. Reiterativo en que tales flagelos marcaron a los gobiernos “neoliberales”, solo del primero consta el combate frontal mediante políticas de austeridad, ahorro y compras consolidadas. Impunes por cierto, asimismo, continuarían altos mandos del Ejército y la Marina Armada que, según repitió ayer, ordenaron asesinatos en masa. De ahí su traspié del jueves reciente, en la mañanera, que explica una de las deficiencias más notables de su equipo de mayor confianza, dijo que valora “90 por ciento honestidad, 10 por ciento experiencia”. Con la pena pero mal: siempre será mejor un cirujano “corrupto” pero experimentado que un aprendiz “honrado…”cmarin@milenio.com

Source: Milenio December 02, 2019 07:07 UTC