La comisión organizadora del Congreso había convenido que los acuerdos solo serían válidos si eran aprobados por dos terceras partes de los delegados. Esos criterios de evaluación debían ser “objetivos, públicos y específicos” y los órganos encargados de la misma serían las comisiones dictaminadoras y órganos colegiados internos integrados por académicos del “mayor nivel”. Como cualquiera puede leer, la evaluación estaba en el centro del proyecto de superación académica. Y ahora, en 2019, en Hopelchén, Campeche, nuestro Presidente dijo en un mitin: “Nada de evaluación. Y dio a entender que la evaluación era “una humillación” para los profesores.
Source: El Universal April 23, 2019 09:43 UTC