Fascinados por la singularidad de la vivencia, se sumergen en una escena que busca romper la marginalidad en la se encuentra eso que llamábamos cultura juvenil. Carlos y Gera son protagonistas de una aventura existencial marcada por una sexualidad no convencional, un impulso vital para dejarse arrastrar ante los retos de esa emergencia estética-artística y el consumo de drogas. Para quienes vivimos esos años, en el lado sur de la ciudad, identificamos en “Esto no es Berlín” varias de sus claves generacionales, destaco la emergencia de los espacios alternativos donde se toca rock, podemos no sentir tanta nostalgia por esa época, pero entonces ya estaríamos ante otro relato. Lo que yo recuerdo es que la pandemia agudiza la homofobia y la intolerancia religiosa y política. Un tiempo oscuro.
Source: EL Informador December 17, 2019 12:56 UTC