Ernestina Godoy, entonces procuradora, anunció que las investigaciones tendrían que continuarse, implicando que, con los datos existentes, no solicitaría juicio en contra de los policías. El caso detonó un peculiar combustible de diamantina rosa que acompañaría la movilización de mujeres en las calles. Se acusó a Ernestina y a otras autoridades de encubrir un acto que rápidamente se caracterizó como un crimen de Estado. Me conmueve recordar a Ernestina Godoy llegar al salón de reunión con el brazo vendado y la mente clara. Esta decisión difícil, sin titubeos, contraria a lo que se gritaba a voz en cuello, es para mí la mejor carta de presentación de Ernestina Godoy.

Source: El Universal December 17, 2019 08:36 UTC