Respondió la señora: “Unos patines”… Don Algón, salaz ejecutivo dado a la sensualidad, invitó a la bella Dulciflor a cenar en restorán de lujo. Abrigaba la secreta intención de llevarla a su garconniere o piso de soltero una vez terminado el agasajo. Tal cosa debió haber hecho que la curvilínea dama sospechara, pero en eso se abrió la puerta y apareció el adivino. Le dijo al individuo: “Quiero aprender a adivinar. ¡Ya está empezando a adivinar!”… Himenia Camafría, madura señorita soltera, acudió ante el guardia de seguridad de la sala cinematográfica y le dijo: “El hombre sentado al lado mío me está molestando”.
Source: El Mañana December 17, 2019 12:56 UTC