Algo en su interior rechazaba este mundo acelerado y ruidoso. Amaba el agua, como muchos niños con autismo, quizás la inmensidad donde el bullicio y la presión social se vuelven nada. ¿Por qué tendría que llamarnos la atención ver a un niño moviéndose solo dentro de esta inmisericorde ciudad? Cinco días después, los oficiales de salvataje de la Policía encontraron su cuerpo y su padre lo reconoció. Para entonces, las redes sociales ya lo habían masacrado moralmente, todos somos Kevin, bla, bla.
Source: Peru21 January 12, 2019 11:37 UTC