La reunión anual del Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, es en gran medida una oportunidad para que los poderosos se codeen con los aún más poderosos. “Abro los ojos y siento que se me cierra la garganta”, me dijo Rachel Goldberg, describiendo sus mañanas durante los más de 100 días anteriores. El 7 de octubre, estaba en el festival de música Nova con un amigo cuando terroristas de Hamás asesinaron allí a 364 personas a sangre fría. Le pregunté cómo fue su regreso a casa, que se produjo como parte de una tregua temporal en la que Israel liberó a prisioneros palestinos. Pero me cuesta imaginar cómo alguien con buena conciencia puede adoptar otro punto de vista que no sea exigir que Hersh regrese a casa con sus padres, y Chaim con su hija y su esposa, y que Nili pueda enterrar a su padre y que todos los rehenes sean devueltos a casa.
Source: International New York Times January 26, 2024 14:55 UTC