En 1896, cuando se desarrollaron los primeros Juegos Olímpicos que tenían que ser en la cuna de la disciplina, en Atenas, Grecia, había dolor y en todas las Islas griegas… ni una sola prueba había sido ganada por un atleta helénico. Se inscribieron 25 corredores, uno de ellos: Spiridon Louis, un delgado pastor de las montañas, tal vez descendiente de uno de los que cuidaban los rebaños del Rey Admeto. Y se impuso a todos los grandes corredores del mundo participantes en estos primeros Juegos Olímpicos, regresando la alegría a todo el territorio griego. Spiridon ganó con una marca de 02:58:50 y se convirtió en un heroico hombre de leyenda tal como lo fue el soldado Philippides. Actualmente la avenida principal de Atenas, que incluso pasa por el Estadio Olímpico, lleva el nombre de este héroe griego, “Avenida Spiridon Louis”.
Source: EL Informador December 19, 2019 13:07 UTC