En espectacularidad sobre la mesa solo podría competirle, quizás, un lechón. ¿Comemos pavo en Navidad solo por sus beneficios prácticos y su bella pinta horneado? Pues aunque siempre fue popular, el ave también viene representando el lujo gastronómico desde hace siglos, incluso el lujo pretencioso. Antes en las mesas distinguidas el pavo era otro idioma, un plato francés. Le tocaría entonces al pavo, además de ser elegante, el mérito de ser democrático.
Source: La Republica December 05, 2019 10:41 UTC