Los tres jugadores que fallaron en la última definición tienen una característica racial en común: la tonalidad oscura de su piel, un blanco perfecto para las críticas despiadadas. De nuevo, la ignominia en un país que presume el primer mundo, y la mentalidad arcaica de quienes no les interesa avanzar. El primer ministro condenó los insultos a los tres jugadores que osaron errar su tiro. El mundo no ha cambiado tanto. ¿Estamos lejos del “primer mundo”?
Source: El Siglo de Torreón July 13, 2021 14:03 UTC