y justo por eso, es que la liturgia del PRI, su cargada y sus rituales terminan por convertirlo en un blanco fácil para una oposición llena de municiones. La unidad priísta que se pretende vender a su alrededor terminará siendo mucho más un riesgo que un acierto, el PRI es el partido más rechazado en el país, la peor marca, asociada casi de inmediato a corruptelas y nombres harapientos que ensucian cualquier intento de lavarse la cara. Y Meade no es priísta, lo apoya el PRI, pero no es priísta, puede ser el candidato ciudadano que rompa con la marca y retenga Los Pinos, el que intente limpiar la imagen de una clase política devastada en desaseados manejos que la han hundido al abismo, pero para ello, el mismo sistema, el mismo partido, deberá entender primero que debería convertirse en su enemigo concertado. El Presidente ha nombrado a su candidato pero no a su sucesor, la liturgia debería terminar en el imaginario priísta porque ahora empieza la contienda, en donde nada está escrito y en dónde todo se vale… Aunque cueste trabajo aceptarlo, es 2017. DE COLOFÓN.— Alfredo Del Mazo tendrá foco en su gestión, ganó el PRI y siguen los muertos y siguen los desaparecidos y siguen las opacidades y van a usar el parque para la elección que viene.
Source: El Universal November 28, 2017 09:56 UTC