El pretexto fue la acusación contra Genaro García Luna en Estados Unidos, por conspiración para tráfico de drogas y falsedad de declaraciones, señalando genéricamente a periodistas que, dijo, iban al “búnker de Constituyentes” de donde salían hablando “maravillas”. Consistente en la marca de la casa, López Obrador dijo verdades a medias, imprecisiones y falsedades. Lo que hacía García Luna con invitaciones a periodistas para hablar abiertamente sobre el estado de la seguridad pública en el país y para expresar sus propias valoraciones. El “búnker de Constituyentes” lo solía mostrar García Luna a sus visitantes, aunque no había acceso más que a la base de datos criminal, donde solía ejemplificar su efectividad corriendo la información personal del visitante que accediera a ello. García Luna estaba retrasado para el briefing programado y lo justificaban porque se había producido una “situación”.
Source: EL Informador December 19, 2019 06:33 UTC