Alan García Pérez fue un político que generó pasiones, a favor y en contra, y tantos odios que hasta su propia muerte no la creen algunos que siembran teorías y dudas acerca de ello. Aunque muy criticado, contaba con seguidores incondicionales que hoy le hacen guardia y lo lloran en Alfonso Ugarte. Pero es justamente su conflictiva relación con los principios ideológicos lo que ha definido la trayectoria de muchos caudillos latinoamericanos. En el caso de García Pérez, su participación en la política peruana, más allá de sus dos presidencias, nunca estuvo exenta de polémica. Él, que lo calculaba todo, acaso habrá tenido también un cálculo político en esos momentos, pero eso ya nunca lo sabremos.
Source: Peru21 April 19, 2019 11:52 UTC