Como si fuera una escuela particular, todos los niños se conectan a sus clases a partir de las nueve de la mañana. “Hicimos un diagnóstico, para ver en la comunidad de la escuela con cuántos dispositivos, empezando por celulares, contaban. Vimos que realmente casi todos tenían uno, porque también hay que reconocer que la escuela no es muy vulnerable. Es casi como tenerlos inscritos en escuela privada, pero estamos en una escuela pública”, comentó Alejandra Ramírez, mamá de la alumna. Sabe sumar, restar, incluso, tiene una compañerita, que conoció a través de estas clases virtuales.
Source: Excélsior November 10, 2020 10:52 UTC